Filosofía y Política 7. Ojos húmedos, ardiente el corazón
DISENSO
Resumen
Ojos húmedos, ardiente el corazón
Amanecen los ojos húmedos,
escudriñando el paisaje matutino,
con los rayos de la aurora,
resplandecen las semillas
esparcidas en la tierra,
listas para ser regadas.
Voces ásperas colisionan al viento.
Ya los lamentos se extinguen
bajo la luz del nuevo día.
¿Quién enciende la pradera?
¿Quién empapa las hojas
con insurrección y disconformismo?
Estrujar los dientes al ver la tierra
regada con inertes cuerpos,
que en sus puños blandían la vida antes,
y saber que la democracia no es ya el río
que se creía en pasados días.
Saber a la injusticia ciega,
con los ribetes de la malicia en la vista.
Crispan las manos,
se encienden los ojos
que chispean rebeldía.
Murallas de cartón,
tigres de papel,
hombres de barro sin costillas.
Basta un soplo de vida
para que no vuelvan a parecer.
Las voces ásperas resuenan con valor,
humedecidas con tinta de sedición.
Se derrumban murallas de cartón;
cada vez más ardiente el corazón,
con la luz que enciende a la mente, s
e despierta, con ojos húmedos,
la nueva generación.